Una de nuestras líneas de especialización es la enseñanza de artes marciales a niños y jóvenes desde los 3 a los 14 años.
Tenemos clases regulares durante todo el curso escolar y también organizamos cursos intensivos y casales de verano, invierno y semana santa.
Todas las actividades están diseñadas en colaboración con expertos en educación infantil y siempre intentamos limitar el número de alumnos por clase para ofrecerles la máxima atención en todo momento.
Y como extra ofrecemos a nuestros clientes la posibilidad de organizar su fiesta de cumpleaños en el centro.
En las artes marciales, al contrario de lo que pueda parecer, la preparación para el combate y la competitividad no son objetivos principales. El respeto hacia el maestro es un aspecto esencial que ha perdurado en el tiempo y que se hace todavía más relevante cuando nos preparamos para enseñar artes marciales a niños.
En el momento de iniciar el entrenamiento de las artes marciales, uno de los propósitos es que los niños aprendan a defenderse, pero no es el único. La educación constituye el otro gran pilar fundamental, haciendo de la práctica de este deporte una de las más completas.
Si bien es cierto que gracias a su entrenamiento los niños ganan agilidad, resistencia y coordinación, aspectos más visibles de cara al combate, los beneficios que las artes marciales aportan en estas edades van más allá de la mejora física; inciden en la formación del carácter, haciendo que aprendan a resolver conflictos de forma pacífica; a saber fijarse metas; a expresarse en público y a trabajar en equipo.
La metodología que se debe plantear, por lo tanto, también será diferente de la que se sigue en las clases de Karate para adultos. Debemos pensar en entrenamientos más lúdicos, donde reine la diversión sin olvidar, por supuesto, el aprendizaje básico de las técnicas. Actividades como los casales de verano son claras oportunidades para trabajar estos aspectos, ya que se combinan ejercicios propios de las clases con actividades más veraniegas.
La disciplina es un comportamiento que se adquiere a través de la perseverancia y la constancia, por ello, practicar las artes marciales como deporte ayudan a los niños a ser más disciplinados y, como ejemplo de ello, cabe destacar que los niños deben usar uniforme y seguir las normas propuestas por los instructores. En nuestro centro de artes marciales de Barcelona nos preocupamos por enseñar a los más peques este tipo de valores que les ayude tanto de forma individual como colectiva. Adquieren otros principios como el respeto, trabajo en grupo y liderazgo, siempre de la mano de sus compañeros. Consideramos que son aspectos fundamentales para integrarse en la sociedad de una forma más segura.
El niño será capaz de adquirir un mayor grado de concentración derivado del cálculo y manejo de sus movimientos. Además, evita situaciones de estrés que puedan surgirle en su vida cotidiana como, por ejemplo, una gran carga de deberes del colegio. De esta forma, dichas disciplinas le permiten enfocar cualquier situación que considere compleja por falta de concentración.
Los golpes, los bloqueos, esquivas, proyecciones y demás técnicas de artes marciales son secundarios, lo más importante que un niño debe mostrar al entrar al dojo es respeto. Aprenden a saludar a sus maestros, a tratar a otros estudiantes como ellos desean ser tratados.
Cuando un niño entrena artes marciales es generalmente un niño con confianza en sí mismo. Gracias al entrenamiento y al sistema de cinturones los niños tienen metas a alcanzar y ello les ayuda a motivarse y aprender a esforzarse. La satisfacción por obtener un nuevo cinturón les acompaña siempre, reforzando su autoestima.
El acondicionamiento físico es un elemento crucial para todas las clases de artes marciales, sobre todo cuando se trata de niños. Asimismo, cabe destacar que practicar cualquier arte marcial, mejora la condición física de las personas. En este caso, los niños adquieren mayor fuerza en los músculos, huesos y articulaciones, así como un mejor funcionamiento del sistema inmunológico y funcionamiento del corazón. Por otra parte, el sistema respiratorio también se vería beneficiado y agudizaría los cinco sentidos. Todo ello se ve involucrado en el desarrollo de crecimiento de los niños. En la organización de nuestras clases de artes marciales para los peques, se incluyen actividades para realizar el calentamiento de los músculos mediante saltos, flexiones y estiramientos comunes.
Otro de los beneficios de las artes marciales para los niños es que con el tiempo verán todo lo que pueden llegar a hacer cuando se lo proponen y proyectarán sus aspiraciones más lejos de lo que nunca se hubieran imaginado, ganando en confianza y seguridad.
Una psicóloga especialista en educación infantil sigue el progreso de cada alumno de forma personalizada. Modificamos las clases según sus anotaciones y todo queda recogido en una agenda que los padres podréis consultar en todo momento. Sirve de herramienta de comunicación entre padres y el equipo docente.
Igualmente, para la elaboración de todo nuestro programa, hemos contado con el apoyo de expertos en desarrollo a los que hemos consultado cuáles son las habilidades que hay que trabajar en cada etapa y cómo explotarlas. El objetivo es que los jóvenes no sólo estén motivados sino que aprovechen al máximo las clases de artes marciales desarrollando todo su potencial.
Les encanta la actividad física y cualquier cosa que implique jugar. Tienen una gran imaginación y un fuerte deseo de empezar a ser cada vez más autónomos. Nosotros les acompañamos en esta etapa practicando con ellos técnicas de artes marciales que después podrán demostrar en casa.
Los niños de 6 a 7 años son nuestros alumnos más entusiastas. Les encanta la creatividad y la resolución de problemas, lo que les convierte en los estudiantes perfectos para las artes marciales. Poco a poco irán interiorizando las técnicas hasta convertirlas en suyas.
Es lo que la mayoría de educadores consideran “la edad de oro”. Tienen muchas ganas de aprender y absorben todo lo que se les enseña, sin cansarse nunca de practicar y mejorar.
Los chicos de los 10 a los 13 años son muy capaces físicamente y por lo general superan la mayoría de retos físicos que se encuentran. Las artes marciales son ideales en estas edades porque les aportan el plus de gestión emocional básica para su crecimiento. Además de saber qué enseñar en cada edad, nuestro programa es extremadamente seguro porque nos fijamos mucho en los estiramientos o en que los niños estén siguiendo las técnicas adecuadas. Cada instructor se ocupa de un grupo máximo de 10 alumnos.
Los niños y jóvenes que practican artes marciales no sólo mejoran su forma física sino que también aprenden a controlar y gestionar sus emociones. En nuestras clases aprenderán educación y buenos modales, así como a resolver conflictos de forma pacífica, a saber fijarse metas, a expresarse en público y a trabajar en equipo.
La defensa personal para niños les enseñará que 9 de cada 10 situaciones de conflicto con otras personas pueden resolverse hablando, adquirirán las habilidades comunicativas necesarias y las técnicas para combatir si fuera necesario.
En nuestro centro deportivo estamos especializados en clases de artes marciales para niños, siendo muy innovadoras gracias a la puesta en práctica de un sistema pedagógico muy avanzado para los más pequeños de casa.
Si te queda alguna duda, estaremos encantados de resolverla ¡te esperamos en Golden Kyu Barcelona!
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